La Costa Blanca está bañada por las cálidas y cristalinas aguas del mar Mediterráneo, que ofrece un clima agradable los 365 días del año. Por  esta razón, se estable un verano eterno. Las temperaturas y las muchas horas de sol crean una cultura en la que cada minuto se vive más intensamente. Por un lado, hay playas y calas que le trasladan a un lugar de paz y tranquilidad, donde podrá disfrutar de las espectaculares puestas de sol desde sus miradores. También podrá disfrutar de la gastronomía mediterránea durante el día y de numerosas actividades náuticas para niños y adultos. Por otro lado, la Costa Blanca ofrece una gran variedad de fiestas y tradiciones que le introducirán en su historia a través de sus calles y sus gentes. Cabe destacar que todas las localidades cuentan con diferentes vías de acceso. Por un lado, esta zona está situada entre dos metrópolis, Valencia y Alicante, ambas con aeropuertos internacionales y vuelos directos a Francia, Inglaterra, Holanda, Alemania y Suiza. Por otro, es accesible a través de los puertos de las dos ciudades, así como por autopistas y carreteras nacionales con excelentes condiciones. En definitiva, si quiere disfrutar de la pura esencia del Mediterráneo, la Costa Blanca será siempre su primera opción. 

Dénia

La ciudad de Dénia está situada en el norte de la Costa Blanca y siempre ha sido un lugar estratégico porque está conectada por mar con otros países y también con las Islas Baleares. Por ejemplo, se puede llegar a la isla de Ibiza en sólo 2 horas. También hay un puerto deportivo situado en una zona de restaurantes donde se puede disfrutar de una copa de vino y buen marisco de la zona en un ambiente relajado mientras se deja que la brisa marina sople alrededor de la nariz. Dénia está declarada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO desde 2015. Por ello, podrás degustar platos típicos de estilo árabe en los restaurantes de las callejuelas del casco antiguo. También puedes practicar senderismo en el Parque Natural del Montgó y en sus playas, y otros deportes como golf y pádel. 

Jávea

Jávea es la joya de la Costa Blanca, cada una de sus calas como un diamante. La más famosa de ellas es la bahía de la Granadella, con sus cristalinas aguas turquesas donde podrá refrescarse en los días más calurosos. No hay que olvidar los altos miradores que rodean Jávea, desde los que incluso se puede ver la isla de Ibiza en un día despejado. En el Cap de Sant Antoni podrá experimentar los amaneceres más espectaculares de la Costa Blanca y disfrutar del cielo estrellado. El Parque Natural del Montgó conecta la ciudad de Denia con la de Jávea, al norte de la ciudad. El Montgó es un destino popular para los  excursionistas, pero también para los que quieren disfrutar de tranquilos senderos con vistas al mar. La ciudad cuenta con un campo de golf de 9 hoyos y un campo de prácticas. La playa del Arenal, con su gastronomía y vida nocturna, ofrece un ambiente familiar y festivo para todas las edades. Sin embargo, si se busca un ambiente más tranquilo, el puerto, con sus restaurantes mediterráneos, es la primera opción.

Moraira

Moraira es el lugar adecuado si busca tranquilidad y un hogar para toda la familia. Con sus playas y calas escondidas, la localidad le ofrece una vida armoniosa rodeada de naturaleza y con vistas panorámicas de la costa mediterránea. Además, la localidad destaca en el cultivo de la uva, ofreciendo sus vinos dulces con denominación de origen “Moscatell” a todos los que la visitan. Este vino combina a la perfección con el buen marisco de la zona que se puede encontrar en los restaurantes del casco antiguo de Moraira. Otro punto a favor es el bonito puerto deportivo, que invita a pasar una tarde relajada junto al mar. Esta localidad le encantará si quiere evadirse de la vida cotidiana y disfrutar del tiempo sin mirar el reloj.